La Calera estaba a punto de cumplir 30 años como empresa. Su origen es la cal pero, a partir de ella, ha conseguido evolucionar a distintas líneas de productos.
Con el evento aniversario próximo, La Calera decidió dar un refresh a su imagen. Para lograrlo, trabajamos en conjunto con las cabezas de área y los empleados más antiguos. Tres décadas de tradición llegan con una imagen clara, la cual queríamos retratar con fidelidad y respeto.
Luego de haber definido los valores intrínsecos de la marca, objetivos y aspectos clave de su identidad, comenzamos a tomar decisiones. Por ejemplo, el logo se mantendría como fue desde un principio. Solo se le realizarían ciertos ajustes para facilitar su adaptabilidad y aplicabilidad. Por otro lado, incorporamos elementos gráficos de apoyo para favorecer la recordación.
El resultado fue un manual de marca completo y lleno de significado. Con una marca tan rica en historia, no se podía menos.
